Es,
junto con Picasso, Miró o Dalí, uno de los artistas españoles contemporáneos más
prestigiosos. A temprana edad ya da muestras de facultades extraordinarias para
el dibujo y el sentido del color, y de forma autodidacta empieza a experimentar
con técnicas y materiales. Sumergido ya en la experiencia surrealista, en 1948
expone en el Salón de Otoño de Barcelona, fundando la revista "Dau al Set" junto
a Brossa, Cuixart, Tartas y Ponç, que da origen al movimiento del mismo nombre,
verdadero hito en la andadura del arte español. Becado por el Instituto Francés
en 1950, se instala en París donde, tras conocer la obra de Dubuffet y Fautrier,
lleva a su máxima expresión la pintura matérica, rica en texturas y símbolos.
Tras incesantes premios y galardones (Sao Paulo, Bienal de Venecia, Premio de la
UNESCO, de la Fundación Guggenheim ...), el reconocimiento internacional no se
hace esperar. Las retrospectivas no se han interrumpido hasta el día de hoy. La
Fundación Tàpies de Barcelona ofrece una muestra permanente de su producción.
Particular interés tiene su obra como grabador, continuadora de sus logros
pictóricos, por el rigor y originalidad, fruto de una ardua investigación.